domingo, 5 de agosto de 2012

Dejar de ser sedentario, ¿por donde empezar?


Entendemos como sedentarismo físico como la carencia de actividad física en la vida diaria, como el deporte, lo que por lo general pone al organismo humano en situación vulnerable ante enfermedades especialmente cardíacas. El sedentarismo físico se presenta con mayor frecuencia en la vida moderna urbana, en sociedades altamente tecnificadas en donde todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos.

Lo que se usa se desarrolla, lo que no se usa se atrofia” - Hipócrates




1- Administra tu tiempo: Lo ejecutivos japoneses tienen en sus agendas de trabajo un espacio dedicado al ejercicio y este se debe cumplir. En otros países no se hace, muy pocas empresas tienen consciencia del problema y generan espacios para que los empleados "se estiren". Y es que el tiempo es el principal problema de la sociedad actual.

2- Cambia hábitos: Gran parte de la población son fanáticos del sedentarismo, eligen la opción mas fácil, y confunden la comodidad con la inmovilidad. No hace falta asistir a un centro deportivo para llevar una vida activa, sino cambiar hábitos y costumbres que realizamos inconscientemente cada día, como por ejemplo dejar lo mas cerca posible el coche de donde vayamos, o subir con escaleras mecánicas o ascensores, y por supuesto los beneficios no se obtendrán sentado en la oficina todo el día, viendo el fútbol en la televisión, bebiendo cerveza y comiendo comida basura.

Camina cada vez que tengas la oportunidad, juega con tus hijos o con tu mascota, cada 5 minutos levanta los pies mientras estés sentado (es bueno para la circulación sanguínea y evita hinchazón de pies). Trata de moverte, siempre.

3- Encuentra tu actividad: Actualmente hay suficiente oferta deportiva en nuestro país, busca un deporte que te guste, que te motive, y que esté dirigido por un profesional cualificado.

4- Crea el hábito: Imponte la obligación de ir a entrenar y no formes parte de las personas que pagan la cuota por no asistir. Sin la constancia no se consigue nada.

5- Aplicate objetivos y metas. Una vez has creado el habito, intenta progresar, imponte objetivos a corto y a largo plazo, ya sea perdida de grasa o ganancia de peso, buen tono muscular, aumentar repeticiones o peso en los ejercicios, mejora de tiempos, logros en competiciones,... todas estas metas te serán una motivación extra a la hora de ir a entrenar.

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